Visita de sus Majestades los Reyes Magos de Oriente
Hoy es una noche especial. Al igual que en la víspera del día de Reyes, se respira una cierta inquietud en el comedor. Todas las residentes cenan comentando su día las unas con las otras. Mientras tanto, en Comunidad, tres estudiantes comienzan su transformación.
Patricia se convierte en el Rey Mago Melchor, con sus blancas barbas y sus vestimentas europeas. Paloma pasa a ser el Rey Mago Gaspar, con su cabello castaño rizado y su copiosa barba. Y yo me convierto en el tercer Rey Mago, Baltasar, con mis rasgos oscuros y fuertes marcados por la dureza del sol africano.
Una vez ya preparadas gracias a la ayuda de numerosas religiosas de la casa, nos vemos dispuestas a bajar las escaleras con rumbo al comedor, siempre con la compañía y ayuda de nuestros pajes reales. Nos subimos a unas carrozas caseras pero muy logradas e irrumpimos en el comedor. Sin palabras. Risas y más risas. Parece ser que la sorpresa ha impactado, ya que todas han dejado de prestar atención a sus platos y nos miran con atención, mientras otras graban la escenita con los móviles, cómo no. Empezamos con un espectáculo improvisado en el que relatamos el cómo hemos llegado hasta ahí, ya que llevamos casi dos semanas de retraso: incidentes varios del Rey Melchor en Murcia, excursiones del Rey Gaspar por Andalucía, y problemas por secuestros de camellos del Rey Baltasar en Mallorca. ¡Un espectáculo!
Finalmente, una vez captada la atención de todas las residentes, proseguimos a entregar los obsequios reales: las sudaderas de la Residencia del curso vigente. Las estudiantes se acercan a Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente para hacerse con su regalo a medida que oyen cómo estos gritan su nombre entre el jolgorio y las carcajadas.
Sin duda, una velada para recordar.
Mar Piña Pol