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Entre todos, cada gesto transforma

El objetivo del proyecto 50/50 es concienciar, fomentar hábitos sostenibles y empoderar a las comunidades educativas para lograr un cambio de conducta en torno al consumo de energía y agua. Conocer, entender, ser consciente y participar en el cambio de hábitos de comportamiento para construir un futuro energéticamente sostenible es la clave en la transformación del actual modelo energético.

El secreto del Proyecto 50/50 se encuentra en el trabajo en equipo. Los alumnos son protagonistas y el procedimiento implica a toda la comunidad educativa: desde el profesorado, pasando por el equipo directivo, administración, hasta equipos del limpieza, mantenimiento o monitores de extraescolares. Representantes de cada ámbito conforman el equipo energético, heterogéneo, diverso y plural, que siguiendo una metodología socrática y participativa lidera el desarrollo del proyecto.

¿Cómo se lleva a cabo?

Claves para que el proyecto sea un éxito:

1. Del compromiso a la transformación: el cambio de hábitos

Partimos de una motivación común: trabajar juntos para mejorar nuestros hábitos de consumo energético. Desde el compromiso individual de cada miembro de la comunidad educativa, asumimos un método de trabajo que se basa en el análisis y estudio de la situación, el trabajo cooperativo y esfuerzo colectivo por un resultado de transformación. 

El hecho de no despilfarrar recursos supone un importante ahorro económico, a la vez que se reduce el impacto medioambiental reduciendo también las emisiones de CO2 a la atmósfera. Pero los beneficios van más allá: se produce una transformación en nuestros hábitos. Un comportamiento que sale de las aulas a los hogares. 

2. La implementación de mejoras técnicas

Las propuestas llegan desde todos los representantes de la comunidad educativa y van desde simples recordatorios para no olvidar apagar luces o cerrar el grifo al terminar de usarlo, hasta cambios como meter botellas en las cisternas para reducir el gasto al tirar de la cadena o hacer encuestas de confort térmico para poder ajustar la necesidad de calefacción.

Tú mismo puedes empezar a hacer estos pequeños cambios en tu vida cotidiana.

3. Mediciones reales

Basamos nuestras acciones en el rigor científico. El proyecto en los colegios Spínola ha sido dinamizado por Cote Romero y Rodrigo Irurzun, expertos en transición energética. Trabajamos con medidores de consumo eléctrico, termómetros, luxómetros, cámara termográfica, mediciones de contadores, jarras medidoras… 

El equipo energético se encarga de realizar un seguimiento mensual en sus reuniones basándose en los datos de consumo y los importes de las facturas. Al final de cada curso, obtenemos un informe que recoge el consumo y el ahorro, revelando así la eficacia de las medidas adoptadas y motivando a todo el centro a seguir avanzando en eficiencia.   

4. Reinversión

Las cifras de ahorro energético y económico obtenidas suponen un plus de motivación tras el esfuerzo de toda la comunidad educativa. Más aún cuando cuentan con el 50 % del ahorro económico para invertir en medidas que sigan mejorando la eficiencia. Algunos ejemplos son la sustitución de luminarias por bombillas led o la instalación de sensores de presencia o difusores en los grifos para reducir el caudal de agua.  

El otro 50 % del ahorro se destina al proyecto escolar que decida la comunidad (pequeñas reformas, compra de material…) lo que reporta una gran satisfacción al verse doblemente beneficiados de un ahorro consciente.