Un cierre de curso vivido de manera diferente
Hoy, viernes 17 de abril, sin el covid-19, nuestra Residencia Universitaria estaría celebrando su Acto Académico. ¿Por qué un Acto Académico de cierre de curso? La misma pregunta habría que hacer respecto a lo que mañana sábado 18 hubiéramos celebrado, Fiesta de Primavera, y también por la Eucaristía del domingo.
Lo bien vivido, no termina nunca deshilachadamente: se cierra, se recoge, se clausura. Nuestra vida en la residencia igual. La vida de la Residencia Universitaria C. Spínola, es una realidad de relaciones por residencia, un mundo de estudio por universitaria y una posibilidad de experiencia de fe por Spínola. Y que nada de esto terminara deshilachadamente era lo que estaba previsto para estos días 17, 18 y 19 de abril: clausurar el curso en lo que tiene de estudio –Acto Académico-, clausurarlo en lo que tiene de convivencia –Fiesta de Primavera-, clausurarlo en lo que tiene de experiencia de fe –Eucaristía-. Clausurar, en nuestro caso no significa darle carpetazo, no. Significa que no quede desairado nada de lo vivido a estos tres niveles por el agobio natural que generan los exámenes finales.
El covid-19 no nos ha permitido los actos pertinentes. Nos da igual. En cada una de las residentes está la vivencia de su estudio, su convivencia y su experiencia de fe en unas y la hondura vital en todas. El curso 2020-21 nos dará ocasión para resarcir con creces lo que hoy no estamos pudiendo hacer.