Lectura humanista e inteligente en tiempos de confinamiento: riqueza y vulnerabilidad a la par.
En esta segunda entrada de este blog, teníamos previsto decir algo sobre porqué están más demandadas las carreras de ciencia que las de humanidades. Y pareciera que ante la realidad que vivimos y la urgencia de personal sanitario es de esto de lo que conviniera hablar. Pero no lo voy a hacer, y no lo voy a hacer precisamente por la realidad que vivimos…
En mis palabras anteriores decía que «ser universitario tiene que ver con ser capaz de hacer una lectura humanista e inteligente de los acontecimientos, tiene que ver con la reflexión sobre la riqueza de la persona y su vulnerabilidad» y lo que estamos viviendo se acerca enormemente a esto y quisiera, no hacer, sino provocar, esa lectura humanista e inteligente que nos lleva al reconocimiento de la riqueza de la persona y, a la vez, de su vulnerabilidad. Los universitarios, porque lo son, acogerán este reto sin lugar a dudas. Los universitarios y los que no lo somos.
La vida llega sin pedir permiso
La vida llega sin pedir permiso, que me gusta decir. Sí, llega sin pedir permiso y se nos cuela hasta los lugares más recónditos donde nunca hubiéramos querido que pasaran cosas. Y así es el momento que vivimos: se nos interrumpieron de pronto los ires y venires y nos hemos quedado con todo el tiempo del mundo, y llenos de todas las incertidumbres posibles, respecto a: salud, relaciones, estudio, trabajo, economía, etc. El vacío que haya provocado está ahí y no debemos negarlo. Mejor reconocerlo, nos hace más bien. Reconocernos en él y con él todo lo que dentro de nosotros suscita, es muy saludable: ahí está nuestra vulnerabilidad y ahí está nuestra riqueza.
Os propongo que veáis el bellísimo vídeo que nos propone Anna Llenas
Esta historia, inconclusa por cierto, nos servirá de provocación, como digo arriba, a esa la lectura humanista e inteligente del momento que vivimos y nos hará reflexionar sobre la riqueza de la persona y su vulnerabilidad.
Una toma de conciencia propia de un universitario. De los que no lo somos, también.